Los primeros síntomas del embarazo son bastante sugestivos y también molestos para la futura madre. No obstante, suelen mejorar al cabo de unos meses. ¿Los conoces?
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Los primeros síntomas de embarazo varían entre un embarazo y otro, tanto en la intensidad como en la calidad. Suelen aparecer como respuesta del organismo materno a los cambios hormonales y físicos necesarios para albergar a una vida.
No todas las futuras mamás conocen los indicios más comunes de la gestación y por eso, hoy se los vamos a contar todos. ¿Empezamos?
1. Ausencia de la menstruación
El síntoma cardinal del inicio del embarazo es la retirada de la regla. Aquellas mujeres con ciclos regulares comienzan a sospechar tempranamente de su estado cuando detectan un retraso en su período, sobre todo cuando pasa más de una semana.
Por su parte, las mujeres con ciclos menstruales irregulares pueden pasar por alto este indicio, por lo habitual que les resulta. Sin embargo, es posible percibir cambios dentro del mismo ritmo asincrónico.
Manchado leve o sangrado de implantación
Algunas futuras mamás refieren haber notado un sangrado leve justo en la fecha de su regla y tiempo después, enterarse de la gran noticia. Probablemente, esa pérdida haya sido un sangrado de implantación y no la menstruación.
Sucede que cuando el óvulo fecundado se adhiere a las paredes uterinas, provoca una lesión de los tejidos y favorece a la rotura de sus delicados vasos. Esta pérdida hemática es bastante menor que la que se produce mes a mes, pero suele coincidir con la fecha de la menstruación, pues ocurre entre 10 y 15 días luego de la concepción.
2. Mamas sensibles
Otro de los primeros síntomas del embarazo es el dolor y el aumento de la sensibilidad en los pechos.
El tejido mamario reacciona rápidamente a los cambios hormonales, ya que la progesterona y los estrógenos tienen como objetivo alistar la maquinaria alimenticia del bebé desde el principio.
Esto provoca un aumento del aporte de sangre que llega a los senos, lo que se traduce en mayor volumen, temperatura y dolor a la palpación. Esteos síntomas pueden mantenerse durante los primeros meses, hasta que la glándula mamaria se adapte al cambio.
3. Fatiga
Tal vez el primer síntoma que puede aparecer en el embarazo sea la fatiga o el sueño constante.
Son muchos los procesos que ocurren en el organismo materno y que consumen energía: la formación del bebé y de la placenta, el aumento del volumen sanguíneo y del trabajo cardiaco, la carga emocional, entre otros.
Estos cambios se desencadenan de forma brusca, lo que lleva a la mamá a depender de un mejor y mayor descanso para continuar con su importante tarea. Por eso, es normal sentir sueño durante la tarde y deseos de acostarse luego de algún trabajo o caminata.
4. Náuseas y vómitos
Casi todas las madres conocen la asociación entre el embarazo y la presencia de náuseas y vómitos matutinos. Estas molestias son bastante frecuentes y afectan a casi el 70 % de las gestantes en el primer trimestre.
Su aparición se relaciona con el incremento considerable de la gonadotropina coriónica humana en sangre, que ocurre en las primeras semanas de la gestación.
Muchas veces las náuseas son pasajeras y mejoran tras la ingesta de alimentos. Otras veces, traen aparejados a los vómitos que, cuando se hacen reiterados, pueden hacer sospechar una hiperémesis gravídica. Dicha afección debe ser vigilada por el médico para evitar que este cuadro de salud materno afecte el bienestar del bebé.
5. Aversión a ciertos alimentos
Desde el inicio del embarazo, muchas madres refieren experimentar una mayor sensibilidad olfativa y gustativa de lo habitual. Esto también es producto de la acción hormonal, que generan una aversión a ciertos estímulos sensoriales.
En general, en las primeras semanas de embarazo las mujeres evitan algunas fragancias, el olor de ciertas comidas e incluso, algunos alimentos o bebidas (como el café). Este síntoma suele desaparecer hacia el final del primer trimestre, aunque a veces se prolonga hasta el nacimiento del bebé.
6. Congestión nasal
En el inicio de la gestación es posible experimentar una congestión nasal casi permanente, que se acompaña de un exceso de mucosidad y estornudos. Esto, sin duda, puede despertar la preocupación de aquellas mujeres que no sufren de alergias.
Esta condición se conoce como rinitis del embarazo y se debe a la dilatación de los vasos sanguíneos de todo el cuerpo y a la acción de los estrógenos sobre la mucosa nasal.
7. Aumento de las micciones
El embarazo se pone de manifiesto de distintas maneras, pero el aumento de la frecuencia de las micciones es uno de los infaltables.
Este síntoma suele aparecer entre el primer y el segundo mes de la gestación y es causado por varios motivos. Entre ellos, el aumento del volumen de sangre que reciben los riñones, la inflamación y el crecimiento del útero que presiona la vejiga y la retención de líquidos.
Aunque sea molesto, este síntoma persiste hasta el final del embarazo, pero poco a poco la futura mamá se acostumbra a él.
8. Dolor de vientre
Comúnmente, las mujeres suelen asociar este síntoma con las vísperas de la menstruación. Pues el dolor de vientre que se experimenta en los primeros días de embarazo es muy similar al que se padece durante la regla.
Dicha molestia se debe a la estimulación, a la preparación y a la transformación que sufre el útero en esta etapa. Si bien se trata de un malestar leve, suele durar algunos días.
9. Sangrados nasales o en las encías
Un síntoma poco habitual del inicio del embarazo es el sangrado de las mucosas (nasales u orales). Este signo se hace evidente sobre todo ante los esfuerzos o los traumatismos: cuando cepillamos los dientes o cuando sacudimos la nariz.
Si bien suele ser muy discreto, puede despertar cierto temor en la mujer si no conoce su estado ni los cambios esperables de esta etapa.
10. Cambios de humor
El aumento de la carga hormonal durante el embarazo genera un sinfín de síntomas diversos desde los primeros días del embarazo. Uno de ellos, que en ocasiones resulta algo extraño e inexplicable, es el cambio en el humor.
Algunas mujeres están más sentimentales de lo normal, mientras que otras lloran sin entender los motivos o mantienen discusiones sin razones.
11. Estreñimiento
El aumento de la progesterona desde el inicio del embarazo puede traer cambios a nivel digestivo y derivar en el estreñimiento. Esto ocurre por una disminución de los movimientos intestinales, que genera digestiones más lentas y una mayor permanencia del bolo fecal dentro del cuerpo.
Es habitual que la futura mamá registre menos de 3 evacuaciones a la semana, acompañadas de una mayor dificultad para defecar. Este síntoma se hace más intenso hacia el final del embarazo, cuando el crecimiento del útero modifica la distribución de los órganos abdominales.
Si presentas algunos de estos síntomas, apunta una cita con tu médico
Los primeros síntomas del embarazo suelen ser bastantes incómodos para la gestante, pero la mayoría cede al final del primer trimestre. Esto ocurre, principalmente, porque el organismo se adapta a la nueva condición.
Es importante que en la primera consulta prenatal se aclaren todas las dudas relacionadas a estos temas con el médico y con la matrona. Especialmente, para conocer qué síntomas esperar y de qué manera tratarlos, sin afectar a la salud ni al bienestar del bebé.